Darse cuenta es el primer paso para un cambio de actitud, es por eso que los Centros de Salud Familiar de Viña del Mar, en coordinación con establecimientos educacionales, realizan charlas preventivas para identificar conductas violentas en el pololeo y promover relaciones sanas, basadas en el respeto y la comunicación.

Tras el suicidio de Antonia, universitaria víctima de violencia en el pololeo, el tema resurgió nuevamente, en enero de este año. Al respecto, Francisco Protasowicki, sicólogo del CESFAM Juan Carlos Baeza, indicó que “la violencia sigue siendo “un tema tabú, bastante privado, e invisibilizado, debido a sus consecuencias legales y al perfil de las personas que sufren violencia, quienes tienden a ocultar su situación.”

Según la última encuesta del INJUV, aplicada en 2013 a jóvenes de 15 a 29 años, el 10, 7% había experimentado violencia sicológica y el 4,6% violencia física, cifras que revelan altos índices de violencia en las relaciones de pareja y que se duplican en relaciones adultas.

Con respecto a las causas de la violencia, la encuesta indica que los jóvenes la atribuyen en un 34% a los celos, en un 20% al consumo de alcohol y drogas y en un 18% a una historia de violencia intrafamiliar, es decir, la replicación de modelos. Para Protasowicki “lo preocupante es que más del 50% consideran los celos, como una expresión de amor y no de violencia, y lo emplean como una justificación, tanto hombres como mujeres, sin diferenciación”

Estos datos son los que el sicólogo analiza junto a estudiantes, como parte de las coordinaciones con las Mesas Mixtas Salud-Educación que realizan los Centros de Salud Familiar de la comuna y en el contexto de los Programas del Adolescente y de Salud Mental.

“Se realizan talleres para adolescentes entre los cuales incluimos la violencia en el pololeo, les aplicamos una pequeña encuesta para que tomen consciencia de los elementos que se consideran violentos y luego realizamos un diálogo abierto. Hablamos con jóvenes que tiene en promedio 16 años y tenemos casos, tanto de hombres como de mujeres, que sufren violencia por parte de sus parejas”, comentó.

Tipos de violencia
Planteó que los jóvenes manifiestan que la violencia social de restricción de espacios es bastante común: ‘no quiero que te juntes con él’. Así como los celos, o la violencia emocional que se ejerce a través de gritos, y malos tratos; lo que se condice con una escalada de violencia que termina en daños físicos más graves. También se presenta la violencia sexual, donde se manipula al otro condicionando las relaciones sexuales a ciertas cosas, por ejemplo, ‘dame la prueba de amor, si no es porque no me quieres o estás con otra persona’

Acoso por internet
Las estadísticas indican que en un 67% las redes sociales son consideradas los medios de comunicación que más promueven o fomentan la violencia en la pareja, “desde revisarle el celular o el facebook hasta agredirla a través de las redes sociales”, dijo el profesional.

Manifestó que también, es muy común el acoso por internet o Cyber Bullying, donde se piden fotos de desnudos o cosas sexuales. “Aquí como parte de la violencia de género y los roles asignados por la sociedad, las víctimas suelen ser las mujeres”, puntualizó.

Patrones culturales
El sicólogo reveló que a través de las charlas, “principalmente a los hombres, les llama mucho la atención ver cómo ciertos patrones culturales les entregan herramientas de violencia de género como por ejemplo, el acoso callejero a través de piropos, comportamientos que ellos antes no visualizaban como una agresión sino como algo normal.”

Valoró que los jóvenes fueran capaces de “darse cuenta”, ya que este es el primer paso para un cambio de actitud. Precisamente, “el objetivo de estas charlas es que los jóvenes tomen consciencia de que la violencia existe desde los patrones que impone la sociedad, pasando por la familia, por sus relaciones con su entorno, sus compañeros y su pareja para que logren discernir e identificar conductas violentas.”

A juicio del profesional, falta educación y presentar un modelo distinto que favorezca una mejor comprensión del cambio de roles entre hombres y mujeres. “Hemos venido repitiendo patrones culturales sin mucho cuestionamiento, pero hoy chocan los modelos. Hoy se valoriza el cambio de rol de la mujer, pero nunca he visto un video motivacional que promueva que el hombre se involucre en la crianza de sus hijos y en las tareas del hogar. Como sociedad nos falta dirigir el diálogo hacia el hombre”, declaró.
Prevención
Hoy, la acción preventiva se orienta a identificar la violencia en el pololeo, a fin de promover relaciones sanas, basadas en el respeto y la comunicación. “Por sobre todo, en los centros de salud no interesa trabajar en la promoción de estilos de vida saludable, y en la resolución de conflictos en todas las instancias, no sólo la de pareja, que es una de las tantas maneras de relacionarnos con los demás”, recalcó Francisco Protasowicki.

En el contexto escolar se trabaja con los jóvenes y los apoderados a quienes se les alerta sobre ciertos indicadores de que una persona pueda estar sufriendo violencia de algún tipo para que pueda recibir ayuda oportuna. Estos indicadores son deserción escolar, temor, culpa, síntomas depresivos, embarazos no deseados, aislamiento, infecciones de trasmisión sexual, daños físicos evidentes, insomnio y trastornos alimentarios.

“Con esto queremos reforzar que la prevención de la violencia es un tema que involucra a todos, a la familia y a la comunidad escolar, en lo cual como CESFAM estamos abiertos a colaborar ya que es un tema que hay que conversar con padres e hijos. Que nos vengamos rigiendo por ciertos patrones culturales, no significa que estén bien. Cuestiónatelos. Esa es la invitación”, concluyó.


Francisco Protasowicki, sicólogo CESFAM Juan Carlos Baeza


El objetivo de las charlas es que los jóvenes logren discernir e identificar conductas violentas y logren un cambio de actitud.


El 51% de los jóvenes asegura conocer casos de violencia en el pololeo