Para mantenerse alejados de los problemas al estómago, lo más importante es cuidar lo que se come; ya que durante el verano aumentan algunas enfermedades gastrointestinales, a causa de la mala higiene y manipulación de los alimentos, que pueden ser portadores de diversos virus, bacterias o toxinas.

Cindy Fajardín, encargada de Infancia y Chile Crece Contigo del Área de Salud CMVM señaló que una de las enfermedades más frecuentes, que afecta principalmente a los niños en esta época, es la diarrea y entregó algunas recomendaciones para identificar sus síntomas y prevenirla.

“La principal complicación de la diarrea para los niños y niñas, sobre todo para los bebés más pequeños, es que pierden gran cantidad de líquido y sales indispensables para su cuerpo a través de las deposiciones, corriendo en el peligro de deshidratarse”, explicó.

SINTOMAS
Por ello, Cindy Fajardín, indicó que una de las maneras de identificar la diarrea infantil es “si aumenta el número de deposiciones por día y si la materia fecal de sólida pasa a ser líquida”. Con respecto a los síntomas, dijo que “puede haber vómitos, estado de molestia, llanto, fiebre y transpiración”. Sin embargo, acotó que “las diarreas leves por periodo corto, en general, no deben causar alarma, pues si el niño actúa normalmente y consume líquidos y comidas de costumbre, el cuadro debiese pasar solo con los cuidados generales”.

Recomendó a los padres que siempre consulten al médico “si existe un episodio severo o prolongado de diarrea (más de 1 semana), fiebre de 38.5°C o más, dolor abdominal agudo, presencia de diarreas con sangre o moco. En esos casos se debe consultar al consultorio o SAPU más cercano” puntualizó.

Como consecuencia de la diarrea, los niños pueden sufrir una deshidratación, frente a lo cual es necesario consultar al médico, también, reiteró Cindy Fajardín.

“Los primeros síntomas de deshidratación incluyen: fatiga, sed, sequedad de labios y lengua, rechazo a alimentos y líquidos, fiebre mayor a 38.5°C, el niño duerme mucho o está muy decaído, no orina durante mucho tiempo (en el caso de menores de 2 años, 6 a 8 hrs; en caso de niños mayores a 2 años, 12 hrs), presenta llanto sin lagrimas o presenta sequedad en la boca y ojos hundidos”

La profesional de la salud enfatizó que, en estos casos, a los niños pequeños no se les debe suspender la lactancia, porque como ésta es rica en agua contribuye a su hidratación.

BUENA HIGIENE
La encargada del Programa de Infancia del Área de Salud, sostuvo que la diarrea infantil se puede prevenir con medidas muy sencillas, tales como el lavado de manos frecuente, con agua y jabón, sobretodo antes de preparar comidas y mamaderas; después de ir al baño y de hacer limpieza en casa. Además se deben lavar, de manera prolija, mamaderas, chupetes y utensilios. Y mantener los juguetes limpios.

También es importante lavarles las manos a los niños, así como enseñarles a hacerlo correctamente y de manera frecuente antes de consumir alimentos.

En lo que respecta a la manipulación de alimentos, hay que asegurarse de cocinar bien la comida, para evitar comerla cruda, sobre todo carne, marisco, pollo y huevos. Lavar bien las verduras y frutas antes de consumirlas.

Mantener la cadena de frío y evitar la manipulación cruzada es indispensable para evitar intoxicaciones. Por ello, se recomienda refrigerar las carnes, lo antes posible, después de llegar del supermercado. Usar tabla y utensilios diferentes para manipular carnes y verduras. Utilizar agua potable o hervirla antes de consumirla y evitar consumir comida en el comercio ambulante si no está debidamente refrigerada o se desconoce cómo fue elaborada.

Finalmente, la profesional sostuvo que “amamantar es una de las mejores medidas de prevención, pues a través de la leche la madre entrega anticuerpos al niño para combatir todo tipo de enfermedades infecciosas.”