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Educan a padres para prevenir malformaciones y caries antes del primer diente del bebé

El uso del chupete, dormirse con la mamadera o comer dulces entre las comidas sin cepillarse los dientes después, son algunos de los malos hábitos adquiridos en la infancia que espera detectar el Programa Control y Evaluación de Riesgo Odontológico, CERO, que este año empezó a aplicarse en la comuna a niños de 6 meses a 6 años para evitar malformaciones y caries así como sus posteriores secuelas en la vida adulta.

La caries es un problema de salud pública que presenta una alta prevalencia en la infancia, que repercute negativamente en la calidad de vida de la población adolescente y, posteriormente, de la población adulta con el consiguiente costo económico, social y emocional que puede significar perder una pieza dental.

“Los niños de 2 años tienen un diente y medio careado; los de 4 años tienen 2 dientes careados; y a los 6 años tienen alrededor de 4 dientes careados”, señaló la odontóloga Jimena Díaz, para dimensionar la magnitud del problema que reveló el “Diagnóstico nacional de salud bucal de los niños y niñas de 2 y 4 años que participan en la educación parvularia. Chile 2007-2010”

Con el propósito de revertir estos indicadores, el MINSAL implementó a contar de este año el Programa Control y Evaluación de Riesgo Odontológico, CERO, dirigido a niños de 6 meses, antes de que tengan dientes, y hasta los 6 años, cuando parte la formación de su dentadura definitiva.

La encargada comunal del Programa Odontológico del Área de Salud de la CMVM, sostuvo que “esta es una medida que los equipos de salud de la comuna han asumido muy bien y que representa un cambio de paradigma que ayuda a entender que la prevención de la caries no es unifactorial”. Antes se realizaban controles odontológicos a los 2 y 4 años de edad, “pero no estaban enfocados al riesgo. Hoy estamos controlando antes para disminuir el daño, el cual se mide en dientes perdidos, obturados, o extraídos”, precisó.

Prevenir el daño
El Programa CERO está orientado a los cuidadores del bebé, (padres, abuelos) a quienes se les aplica una pauta que mide los factores de riesgo que son las conductas que aumentarán la posibilidad de que el bebé tenga daño cuando aparezcan sus primeros dientes.

El bebé es examinado para ver si tiene alguna malformación, dependiendo del riesgo que arroje la aplicación de la pauta será atendido en controles periódicos, y posterior a los 6 años, en un control anual.

La odontóloga manifestó que “esta es una medida sanitaria a largo plazo, ya que al niño que hoy tiene 6 meses, lo volveremos a medir con el indicador de daño cuando tenga 6 años, pero en verdad es demostradamente eficaz cuando aplicamos la pauta en el control del niño sano a los 2 y a los 4 años. No obstante, lo primordial es mantener una buena higiene dental, y hábitos saludables en la alimentación”

Conductas de riesgo
Jimena Díaz sostuvo que “si el niño tiene alguna discapacidad o alguna enfermedad que le produzca resequedad de boca, éstos son factores de riesgo que por sí solos no generan caries, pero si a eso sumamos otras conductas de riesgo la probabilidad de caries aumenta; como por ejemplo, si se duerme con la mamadera o consume productos azucarados, como leche, jugos, o yogurt, entre las comidas y no se cepilla los dientes.”

La aplicación de la pauta CERO además permite detectar a tiempo las maloclusiones, que se derivan de la condición genética y, en gran medida, de malos hábitos como el uso del chupete que enchueca los dientes. Enfatizó que “la lactancia materna exclusiva y a libre demanda hasta los 6 meses satisface cualquier necesidad de succión que tenga el niño; por lo tanto éste no requiere el chupete”.

Explicó que “el riesgo asociado a la succión del chupete, la succión del dedo, o quedarse dormido con la mamadera, es que ocasiona una deformidad bastante frecuente que se denomina mordida abierta anterior y consiste en que sólo pueden morder con las muelas. Si este mal hábito se puede eliminar antes de los 3 años, la malformación se corrige sola con el crecimiento del hueso, de lo contrario esta deformación ósea es más difícil de corregir”.

Antes del primer diente
La intervención preventiva considera la entrega de un kit de higiene oral, que incluye un dedal de silicona para los niños de 6 meses, y orientación a las madres para que efectúen una adecuada higiene a la boca de sus bebés, antes de que crezcan sus dientes.

Para el aseo bucal, la odontóloga también recomendó emplear un pañal de gasa. Envolver el dedo en él y pasárselo al bebé por las mejillas, encías y lengua para sacar los restos de leche. “Así se evita que tenga una candidiasis (hongos) que es cuando se le pone la boca blanca, ya que si el niño se duerme en la pechuga de la mamá, eso no le ocasionará caries, pero si no le lava los dientes antes de dormirse, sí.”

Pasta con flúor
En el caso de los niños más grandes, recomendó el uso de pasta dental para adultos. “Las pastas infantiles no sirven porque contienen flúor escaso, 500 partes por millón. Los kit que entregamos tienen pasta con flúor de 1.500 ppm”, lo cual se puede leer en el etiquetado al momento de hacer la compra. Agregó que la cantidad de pasta a emplearse en niños menores de 2 años debe ser del tamaño de una lenteja y en mayores de 2 años, del tamaño de una arveja.

Intervención integral y multidisciplinaria
La encargada comunal del Programa Odontológico indicó que “con la aplicación del Programa CERO en la comuna queremos lograr una cobertura del 50% de los niños menores de 3 años, identificados como sin daño, lo que significa que este año tendremos que hacer una intervención estimada en un 70% de los niños menores de 3 años inscritos en Atención Primaria. Para ello, estamos desarrollando un trabajo de coordinación multidisciplinaria con las enfermeras y las nutricionistas que efectúan los controles de salud infantil.”

Destacó que paralelamente, a contar de los 2 años se realiza una intervención preventiva en los jardines infantiles a través del Programa “Sembrando Sonrisas”, en el cual casi 6 mil niños fueron beneficiados con dos aplicaciones de flúor y un kit de cepillos más pasta dental, el año pasado en la comuna. Todo lo anterior, como estrategia de salud pública para reducir la caries infantil debido a su impacto negativo en calidad de vida de jóvenes y adultos.


Jimena Díaz, encargada comunal Programa Odontológico Área de Salud CMVM


Usar chupete, chuparse el dedo, o quedarse dormido con la mamadera, son hábitos causantes de malformaciones dentales.

28/05/2018