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Psicólogo CMVM recomienda ajustar rutina del sueño de escolares tras cambio de hora

El reciente cambio de hora no es un tema menor en los escolares señala el psicólogo de la Corporación Municipal Viña del Mar, Juan Fritis Carbone, pues la falta de sueño o de dormir bien genera en el estudiante algún grado de irritabilidad y una baja del aprendizaje, por lo que hace un llamado a los padres y tutores de los alumnos a ir generando las condiciones para que ese cambio horario sea asimilado de la mejor manera.

Señala el profesional, quien además es psicólogo de la Escuela La Parva de Achupallas, que los apoderados deben colocar en valor este tema del sueño en los niños y adolescentes, para que no lo vean como algo sin incidencia. “Según estudios que se han efectuado sobre los efectos de las horas de descanso y de dormir en niños y adolescentes, aquellos que no descansan lo suficiente o en las condiciones que se debiera están propensos a desarrollar algún grado de ansiedad, arritmias cardiacas, obesidad infantil, y lo más preocupante para el contexto educativo que al llegar cansados, se colocan irritables y, por consiguiente, sin buena actitud hacia el aprendizaje”.

Dijo Fritis que los adolescentes en general necesitan más horas de descanso, pero ocurre que tienen el sueño cambiado, es decir, les cuesta más tiempo quedarse dormidos y más tiempo despertar.

NO SÓLO CAMBIO DE HORARIO
Un estudio realizado en Canadá –cita la revista Ser Padres- que analizó a 1.492 familias con niños de 0 a 6 años de edad, relaciona el tiempo que duermen los pequeños con su capacidad de aprendizaje, la aparición o no de comportamientos hiperactivos y el desarrollo del lenguaje.

“Los niños que pierden horas de sueño de manera crónica tienen peor rendimiento escolar cuando inician la etapa escolar y un desarrollo del lenguaje más lento. Esto se produce porque cuando un niño duerme menos horas de las que necesita, se está perdiendo una parte del sueño REM. Esta fase del sueño es muy importante para que el pequeño grabe en su memoria lo aprendido en el día y para que su cerebro se recupere y esté más predispuesto a aprender cosas nuevas. Por eso, es esencial que los niños duerman al menos 10 horas cada noche durante los primeros años de vida”, cita el estudio.

10 A 12 HORAS DE SUEÑO
Entre los 4 y 5 años. Duerme de 10 a 12 horas por la noche. Ya no necesitan la siesta, pero es bueno que descanse después de la comida.
A partir de los 6 años. Las necesidades de sueño van disminuyendo una hora cada año. Entre los 6 y los 8 años, el niño necesita de 11 a 12 horas de sueño, y con 10-12 años, unas 10 horas.

Finalmente, el psicólogo de la Corporación Municipal Juan Fritis, hizo un llamado a los padres y apoderados para que en lo posible propendan a generar las condiciones del buen dormir en los niños y adolescentes para que el cerebro vaya apaciguando su nivel de actividad, citando como ejemplo que en lo ideal es que los estudiantes cenen 2 horas antes de irse a dormir, además de ir bajando las intensidades de luz, y disminuyendo o eliminando algunos estimulantes como el azúcar.



@EducacionVina

16/08/2018